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Con el objetivo de otorgar a los colaboradores un sector confortable para la realización de sus labores, las antiguas oficinas administrativas, sanitarios y comedor de Yaguarete Reciclaje fueron totalmente demolidos y reemplazados por un moderno bloque reubicado en otro sector para una mejor perspectiva visual de las distintas actividades diarias. Además espaciosos baños, vestuarios con acceso para sillas de ruedas, así como también un amplio y equipado comedor.
La remodelación de la sede en la ciudad de Villa Elisa, que consta hoy de 10.200 m² propios, demandó una inversión de más de US$ 500.000. La planta industrial cuenta con una moderna y sofisticada prensa de enfardado de última generación con una capacidad de prensado de 10 toneladas/hora; además de sustituir la báscula por una de mayor capacidad (80 toneladas).
Por otra parte, el galpón central de clasificación fue ampliado, pasando de 370 m² a 800 m². Este sector cuenta con pilares y vigas de hormigón prefabricados, techo y cerramiento perimetral con chapas trapezoidales y sándwich, lo que controla el calor y permite mejor refrigeración del lugar.
Parte de las instalaciones cuenta con piso de hormigón fibrado, específicamente unos 2.000 m² en el sector de producción y maniobra de camiones, mejorando el sector de recepción de materiales y carga de fardos (producto terminado).
Asimismo, los colaboradores y visitantes disponen de estacionamiento de motocicletas y vehículos con estructuras de semi sombras, camineros peatonales y rampa de acceso.
El predio donde se ancló el proyecto arquitectónico cuenta con una moderna red de protección contra incendios, un tanque de almacenamiento de 50.000 litros de capacidad, bomba sumergible de 12 m³/hs. de capacidad, una motobomba de 10HP para mantener presurizada la línea y un generador de 100 KVA, para de esta forma asegurar que el sistema pueda funcionar sin ningún problema, en caso de caída del suministro eléctrico.
La planta cuenta con arnés para encarpado de camiones con un sistema retráctil para evitar accidentes de caída.
A todo esto, la planta sumó un pozo de agua de 160 metros de profundidad, con un nivel estático de 40 metros y uno dinámico de 90 metros; el caudal del pozo artesiano es de 15 m³/hs.
La planta está dotada con equipos de última generación con el objetivo de optimizar el trabajo de los colaboradores y especialmente el consumo de energía eléctrica, contribuyendo de esta manera al medio ambiente. Considerando que hoy es una necesidad que los sistemas trabajen todo el tiempo de manera ininterrumpida, la compañía puso especial enfoque en asegurar la continuidad del negocio, basándose en sistemas de redes redundantes que se conforman de dos conexiones que sirven de respaldo entre sí, tomando también todas las medidas de seguridad y buenas prácticas en su instalación.
Durante la edificación de la planta industrial se emplearon cables reforzados con las protecciones eléctricas pertinentes para proteger la inversión realizada y garantizar su duración y funcionamiento a través del tiempo. Asimismo, la estructura dispone de extintores especiales según tipo de material, ubicados según necesidad del sector. A esto se agrega que la caseta para vigilancia se encuentra dotada de un moderno sistema de seguridad, monitoreo y comunicación permanente.
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